La Fortuna

 

     Nos cuenta el autor del Viaje de Turquía que Filipo, rey de Macedonia, teniendo noticia de tres cosas buenas que le habían sucedido en un solo día, levantando las manos al cielo, dijo: ¡Oh, Fortuna, págame tantas felicidades con alguna pequeña desventura!, no ignorando la grande envidia que la Fortuna tiene de los buenos sucesos.

Y Terámenes, uno de los treinta tiranos de Atenas, habiendo escapado del hundimiento de una causa, y mientras todos le tenían poer feliz, exclamó conn una gran voz: ¡Oh, Fortuna, ¿para cuándo me guardas? No pasó mucho tiempo que no le matasen los otros tiranos.

Hemos confundido el sustantivo, el adjetivo y el adverbio de este sintagma con la Fortuna amable y benevolente, una especie de Providencia laica. Y con secundarios significados como  suerte, éxito y hacienda. Pero hemos olvidado la primera definición-descripción del diccionario: Encadenamiento de los sucesos considerado como fortuito.