El año 2019, se registraron más de 40.000 delitos contra menores de edad. Cerca de la mitad del total de los delitos contra la libertad sexual tuvieron como víctima a un niño o a un adolescente. Muchos casos no se denuncian siquiera. Por esto, después de una docena de años de preparativos, anteayer se aprobó por fin en el Congreso de los Diputados el proyecto de ley orgánica de la infancia y de la adolescencia con el voto muy mayoritario de los diputados. La ley comenzó a prepararse con el Partido Popular, se completó con el PSOE y ha acabado perfeccionándose con los ministros de PODEMOS.
La ley tiene como fin garantizar los derechos de niños y adolescentes frente a cualquier forma de violencia y aporta medidas para la sensibilización, vigilancia, protección, y reparación de las víctimas. Por ejemplo, hará que no caduquen los delitos de pederastia hasta que la víctima tenga 40 años y, hasta los 55, en los casos más graves, frente a los 18 de ahora.
La ley quiere ser un cambio de paradigma. Como en su día fue la ley de violencia de género.