Mc 15, 23-39; Mt 27, 33-54; Lc 23, 33-47; Jn 19, 17-30.
Era la hora de tercia, cuando le crucificaron
en el calvario del Gólgota.
Junto a dos salteadores,
uno a la derecha y otro a la izquierda.
Pilato hizo poner en la cruz
una inscripción, en hebreo,
griego y latín:
Jesús el Nazareno, rey de los judíos.
A la hora de nona,
gritó Jesús con ronca voz:
–Elí atta
(Tú eres mi Dios)
Algunos pensaron que llamaba a Elías:
Eliya ta (Elías, ven)
Y, tras el grito agónico,
murió.
(Combinación de asfixia
y schock hipovolémico.
Angustia y shock oligénico, causado
por traumatismo.
Shock por deshidratación y pérdida de sangre…
Son algunas
de las explicaciones científicas
de la muerte de Jesús).