El hecho de que DN me publique hoy el artículo El himno nacional me obliga por vez primera a hacer una segunda entrada en el cuaderno de bitácora de un mismo día. Y es que, tras hablar de la utilidad de una letra, hablo de la dificultad de la misma, y más en este caso, con la música ya impuesta, y queriendo representar y complacer a 43 millones de personas. Sugiero que sea la Real Academia de la Lengua Española la que, previo concurso o no, acierte de una vez. A la vez que confieso que yo también escribí una letrilla para el concurso. Una letra breve, austera, de canción para todos, con los valores más elementales y universales que a todos nos unen. Hela, pues, aquí:
Canta, España.
Cantemos todos juntos
la común canción
de vida y libertad.
Todos juntos,
distintos pero unidos,
con igual pasión
cantemos a la paz.
Somos Europa
y somos también
un viejo y nuevo pueblo
de la Humanidad.
(bis)