Los ortodoxos de Ucrania se separan de Moscú

 

             Como ya vimos aquí en su día, una parte importante del Patriarcado Ortodoxo de Kiev  se separó en diciembre de 2018, del de Moscú, liderado por el malhadado patriarca Kirill -monaguillo de Putin, según el papa Francisco-, en forma de Iglesia Autocéfala Ucraniana, pastoreada por el arzobispo Epifany, y se situó bajo la órbita espiritual del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, con el patriarca Bartolomé al frente, del que se había separado mucho antes el Patriarcado de Moscú.

Pero este último 27 de mayo, acaba de separarse del Patriarcado moscovita el hasta ahora oficial Patriarcado Ortodoxo de Kiev, presidido por el patriarca Onufry, que desde el comienzo condenó con vehemencia la invasión rusa. Era algo de prever. Las dos facciones eclesiales ortodoxas ucranianas están ahora en mucho mejores condiciones de entenderse y reunificarse.

Hace solo unos días,  el Consejo de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana llegó a solicitar formalmente al Patriarca Ecuménico que retirara al patriarca ruso Kirill su condición de tal, culpándole de interferir en sus asuntos internos y, lo que es harto peor, de  propagar la herejía de una doctrina etno-racial, basada en la ideología del «mundo ruso». Todo un cismático, en definitiva.