Mc 1, 14-20; Mt 4, 12-23; Jn 1, 35-50
Después que fuera Juan encarcelado
por orden de Herodes Antipas,
Jesús marchó a Galilea
y allí predicó la Buena Noticia de Dios:
El tiempo ya se ha cumplido
y Dios ya está cerca
(está llegando o acaba de llegar).
Poneos a pensar. Revisad vuestras obras.
Y creed en la Buena Noticia.
Bordeando el mar de Galilea,
vio Jesús a los hermanos
Simón y Andrés
largando las redes al agua.
Andrés, discípulo de Juan,
convivió tal vez con Jesús en el grupo del Bautista.
Y, como un día, Elías el profeta
sedujera a Eliseo,
les dijo con metáfora singular y sorprendente:
Venid conmigo
y os haré llegar a ser
pescadores de hombres.
Le ayudarían a Jesús
a reunir Israel
para el pronto, inminente, Reino de Dios.
Y, al instante, ellos le siguieron.
Poco depués, vio Jesús a Santiago y a Juan,
hijos de Zebedeo,
que arreglaban sus redes en la barca.
Los llamó.
Les dijo tal vez lo mismo que a Simón y Andrés.
Y ellos, al instante,
dejando en la barca a su padre y jornaleros de su padre,
se fueron con él.
Y