Sean lo que sean -esperemos que lo segundo-, ya hay algunos comentaristas que prevén por qué fracasará el pacto PSE-PP: a) porque, si fuera un éxito, se desmontaría la tesis del mutuo antagonismo; b) porque, en ese caso, los partidos nacionalistas [yo diría mucho más apropiadamente: nacionalistas, soberanistas e independentistas] no serían indispensables para gobernar su enemiga, su odiosa España, a lo que no están dispuestos (dispuestos a tolerar un verdadero bilingüismo, un freno a las interminables competencias, etc), y c) eso significaría superar las dos Españas.- Parece una broma política y hasta un sarcasmo. Pero la política española se ha degradado tanto, que la hipótesis a pocos les parecerá inverosímil. De ahí que nuestra esperanza activa sea, si no contra toda, sí contra mucha desesperanza.