Mayo-Madre.
Madre de las flores,
desde la pequeña y vívida verónica
hasta la rosa premiada en los certámenes.
Madre de los pájaros,
desde el invisible colibrí
hasta el mirlo, maestro ya en el toque de su flauta.
Mayo, madre del verano,
de lo más fértil y granado de la tierra.
Por eso se consagró el mes de mayo a María
–Mariam, Miryam, Mara, en griego, hebreo y arameo-:
la Bella, la Elevada, la Señora.
Los niños y niñas de primera comunión de nuestro tiempo
cantábamos en la iglesia, en las tardes de las fiestas de mayo,
levantando en el brazo derecho un ramo de flores
las Flores a María:
-Venid y vamos todos
con flores a porfía.
Con flores a María,
que madre nuestra es.
La tarde tenía entonces
un color y olor a madre.
Prefigurada en el Antiguo Testamento
por Miriam, hermana de Moisés, llamada Almah (virgen)
para salvar a su hermano,
por Sara, Rebeca y Judit.
Personificada como hija de Sión,
figura de Israel,
como mujer que da a luz.
Madre de Jesús, Hijo de Dios,
Virgen: entregada al deseo divino.
Imagen de la Iglesia santa.
Nueva Eva de la comunidad de los creyentes.
Virgen Madre de las romería de mayo.
Mayo-Madre.
No podemos vivir sin madre.
A Dios le llaman ahora Madre.