Megalitos en Egiar-Agiña (y II)

 

                        Al regreso de Egiar, a media tarde, Agiña está despejado y aparcamos en el nuevo aparcamiento al otro lado de la carretera, junto a media docena de coches. Subimos al altillo del helechal (618 m.) y caminamos, por el raso por si encontramos algunos cromlechs también por aqui. No encontramos nada. Un señor mayor se pasea solitario entre las cercanas hayas con un bastón. Le confundimos al princpio con un recogedor de setas.

Llegamos al repecho, sobre la carretera, donde está el mayor número de cromlechs del lugar. Si en Gipuzkoa, Oiartzun se lleva la palma en megalitos, en Navarra se la lleva Lesaka, con cientos de cromlechs, y no pocos dólmenes, menhires y  túmulos. Según el Catálogo de monumentos megalíticos en Navarra (2005), las coronas de piedra de esta estación, Agiña Ipar (Agiña Norte), son 12, todas ellas de pocos metros de diámetro, semienterradas en el césped, o a ras de tierra. Las dos primeras fueron descubiertas por Luis Peña Basurto en 1958, y las restantes, en 1984, por I. Arbelaiz, Luis del Barrio y Luis Millán. Todas ellas, casi cubiertas por los helechos, están mal cuidadas, es decir, descuidadas. A un pequeño atril de cemento y chapa, puesto hace muchos años por la sociedad Gorosti, con la indicación de altitud y datación del monumento, le han quitado la chapa con la leyenda, y el ayuntamiento de Lesaka ha añadido otro, mayor, a imitación de Gipuzkoa, con el titulo Monumentua, pero sin datos de ninguna especie, y, cómo no, con el escudo herribatasunero de Navarra, pero no el oficial de todos los  navarros.

En la mitad de la pista que se abre al oeste de la carretera, Agiña Erdi según el Catálogo, lugar hasta hace poco de aparcamiento de coches, de comidas y meriendas, apenas si es visible uno de los crómlechs, de los cuatro catalogados, descubiertos en 1958 por T. Ataun, José Miguel de Barandiarán y M. Laborde.

Y llegamos al altillo de Agiña Hego (Agiña Sur), el más conocido por la construcción de la capilla elemental de L. Vallet y la escultura de Oteiza en honor del Padre Donosti, de lo que escribí en este mismo cuaderno el 22 de octubre de 2010, y de lo que no tengo nada que corregir ni completar: solo lamentar de nuevo el atril intruso colocado por el ayuntamiento de Lesaka. Mi clasificación de los megalitos fue entonces distinta de la de hoy. Los tres cromlechs auténticos -no el mayor de ellos, inventado en los cincuenta- fueron descubiertos en 1958 por Barandiarán, Ataun, Laborde y Peña.

Un poco más lejos, ya en medio de la pista, contemplamos el gran túmulo, todo él ocupado por una frondosa maleza, que un día de 1954 descubrieron Jesús Elósegi y Adolfo Leiber.

Terminamos la excursión en el placentero paseo fluvial del Onín, cerca del viejo casco  lesacarra, y andando por este barrio levantado tras la llegada de Laminaciones, ahora en crisis, damos con uno de los tres paneles de hierro cortén, que recuerdan la construcción de 18 km. de  la carretera NA-400, entre Lesaka y Oiartzun, que acabamos de dejar, por  miles de presos políticos republicanos, toledanos, extremeños, madrileños y algunos vizcaínos, entre 1939 y 1941.