En los periódicos que nos relatan, con pelos y señales, los movimientos de todos los políticos de UPN en su último congreso, todavía no hemos visto no ya las ponencias aprobadas, según nos dijeron, por unanimidad, sino ni siquiera un párrafo de las mismas. Nadie las comenta ni las cita. ¿Qué piensan, qué quieren, qué cultivan, qué rechazan, qué proyectan… todos estos nombres divididos en dos listas adversarias, que parecen no tener otro afán sino ganar los cargos ejecutivos del partido? No lo sabemos y a nadie parece interesarle la cosa, ni siquiera a los periodistas más curiosos, cada día más parecidos a los políticos. Muchos nombres y ninguna idea. Retrato desolador y actualísimo de una política, que todos maldicen y que, cuando llega la ocasión, de plantarle cara, examinarla, revisarla, mejorarla en los congresos, a nadie le importa un bledo.