Lo ha dicho rotundamente el ex ministro finlandés de asuntos exteriores y ex jefe de gobierno, Alexander Stubb. Conoce bien al sátrapa ruso, que pretende que elmundo reconozca la anexión de Crimea por Rusia; alejar la OTAN de las fronteras de Rusia, y mantener a Bielorusia y Ucrania en la Rusia del XIX. Tiene consigo no solo un inmenso ejército, con fuerza nuclear de disuasión; el apoyo seguro de China, otra inmensa dictadura; y enormes reservas de gas y petróleo.
Putin es el problema y, ese problema, mientras él exista, actúe y ejerza el poder, no tiene solución. La solución está en el ejército ruso, en una improbable revolución popular, o en una reacción colectiva de sus oligarcas. Todo improbable, pero posible.
Si Putin consigue imponer un gobierno títere en Ucracia, quedará aislado como y con el sátrapa de Corea del Norte. Y Rusia se parecerá a ese pobre, lejano y aislado País. Lo que es difícil que el pueblio ruso, y hasta su ejército y sus oligarcas puedan soportarlo.
El mejor destino de Putin sería entonces, para los que somos enemigos de la pena de muerte en todos los casos, que el sátrapa y el verdugo ruso termine, como ya dije desde el primer momento, ante el Tribunal Penal Internacional-