Ayer, a pesar de una mala megafonía, que dejó sordos -por no poder oír- a miles de asistentes, y a pesar de la longitud de los discursos, poco propios a ratos de una concentración-manifestación como esa, todo fue un éxito: el lugar simbólico, el volumen de la asistencia, el fervor de la gente, la serenidad general de la misma… Yo, por ejemplo, en una bocacalle de la plaza, pudiendo ver solo la fachada de la casa consistorial, no pude aplaudir durante un rato por no poder levantar las manos, tal era el aprieto de la masa.
Si los oradores hablaron demasiado, los asistentes hablaron, como siempre en estos casos, por medio de lemas, escritos y orales. El de Navarra / no se vende era el lema oficial y marco de la concentración. Algunos otros, algo inevitable, excesivos; otros con buenos consonantes. El mejor: Ibarrola / no estás sola, que fue el más coreado y aplaudido.
Fue un acto debido y deseado por todos, aunque no todos acudieran como debían. Si Ibarrola hubiera sido degollada, como en aquellos tiempo, por Bildu, o arrojada desde una balcón municipal, hubieran ido más, sin duda. Pero ahora Bildu y sus compinches hacen las cosas de otra manera. Ahora hacen mociones de censura, y las ganan. Y ocupan cada vez más ayuntamientos, Es la hora de la resistencia, ahora sí, que tiene sus principios y también sus reglas.
Lamento no poder volver a esta plaza el día 28. Será un día clave. Que la hybris maldita no se apodere de nadie.