Lo que el el Informe sobe exclusión y desarrollo social en Navarra, dentro del VII Informe sobre exclusión y desarrollo social en España, de la Fundación Foessa (2014), presentado por Cáritas, quiere resaltar es el crecimiento muy severo de la pobreza en Navarra. Si bien las situaciones de pobreza severa se han multiplicado en el conjunto de España, en Navarra se ha triplicado el número de personas que vive en este escenario. Es, además, una de las regiones con una mayor tasa de dicha pobreza en la comparativa europea que dicho Informe ha llevado a cabo con regiones de desarrrollo equivalente, muy lejos de las regiones nórdicas o francesas de referencia (Islandia; Norte y Sur de Suecia; Finlandia Norte, Este y Meridional; Lemosín, Picardía, Norte-Paso de Calais, Alta Normandía, Córcega y Franco Condado), con tasas inferiores al 2%. Según las distintas estimaciomes, estaríamos hablando de entre 20.000 y 26.000 personas (entre el 3,1% y 4,2% de la población). Esta prioridad de enfoque lo exigen la equidad, la oportunidad, la razón de los derechos humanos, el interés general, la viabilidad económica y política, la prevención y la inversión de futuro. Unas 111.600 personas se encuentran en Navarra en estado de exclusión social -que es bastante más que la falta de dinero-, y 48.000 en situación de exclusión severa. Pero esta exclusión no es sólo efecto de la crisis: dos tercios de esa bolsa que conocemos existía ya el año 2007. Muchas de las personas que viven entre nosotros en esa situación son las víctimas que no consiguieron salir de crisis anteriores; que les fue mal incluso en tiempo de bonanza o que han vivido en una crisis permanente. A ellas se suman ahora las personas y hogares afectados por la actual coyuntura. Si Navarra, después de Madrid y el País Vasco, Navarra registra en España la tasa de empleo más alta, de 61,1%, y sólo de 7% de desempleo, vuelve a ser, en comparación con nuestras regiones afines europeas antes mencionadas, la mayor en términos de falta de trabajo. Y es sobre todo el desempleo de larga duración el que genera formas diversas de exclusión social, no sólo por efecto económico sobre los hogares, sino también por los procesos psicosociales que provoca, tanto en la autopercepción y la motivación de las personas como en la erosión en las relaciones sociales. Así, por ejemplo, Navarra es una de las primeras regiones españolas en cuanto a nivel educativo, pero es igualmente, entre las europeas parejas, la de mayores tasas de población con bajos estudios (9,5% con primaria como máximo), más del doble de la media en aquéllas. Por otra parte, el 7,2% de los hogares navarros han acudido a Cáritas en busca de ayuda en cuanto a los gastos fijos en casa, calefacción y deudas en general.