Ni promesas ni alardes

 

              Como de costumbre, ni me creo las promesas electorales, ni tomo en consideración alguna los alardes llevados a cabo en vísperas de elecciones. No mencionaré en mi cuaderno ni aquellas ni estos.

Lo único que motiva mi voto, y espero que el de todos los votantes constitucionalistas, es la actuación de cada partido en la pasada legislatura, los puntos fuertes de sus programas actuales y la lista de sus candidatos.

Ceo en los partidos que trabajan bien durante los cuatros años del interregno electoral; que atienden y visitan a sus votantes durante ese tiempo, y que en ese espacio, temporal y espacial, hacen conocer y compartir sus programas, ideales e intereses.

Siempre que me encuentro con amigos y conocidos, de diferentes partidos políticos, durante los cuatro años de la legislatura, les pregunto qué área del territorio han recorrido y visitado el último fin de semana y qué tipo de propaganda han ejercido en ella. Y, si no el fin de semana, al menos en el último mes.

Y cuando llegan los resultados electorales, los remito a sus respuestas anteriores.