La tradición de Madrid y todo lo que había ocurrido allí durante la pandemia daban como resultado el triunfo de Isabel Díaz Ayuso (PP) en la Comunidad más rica económica y culturalmente de España, pero los la pésima y estrambótica campaña electoral del PSOE y de PODEMOS han hecho el resto. Una victoria tan arrolladora no se había visto nunca. Todo el mapa de la Comunidad se ha teñido de azul, excepto dos puntitos rojos, donde los socialistas han tenido algunos votos más. De 179 municipios de la CM, todos, menos 2 muy pequeños, han votado a favor de la vencedora. Yo, que soy parcialmente madileño -he vivido muchos años en Madrid-, le felicito también a la madrileña.
La presidente, Díaz Ayuso, deberá templar sus actuaciones y lenguaje, si quiere ser la presidente de todos. Y llenar de contenido real y no solo retórico la palabra libertad, de la que abusa. La verdadera libertad incluye constitutivamente otros valores.
Qué liberación la fuga de Pablo Manuel Iglesias Turrión, el político más tóxico que ha habido en España desde hace tiempo… El daño que ha hecho ha sido inmenso. Su despedida, como toda su actuación, ha sido esperpéntica. Se va, sin autocritica alguna y con el mismo odio de siempre, él, galvanizador de odios, autodefiniéndose compasivamente como chivo expiatorio. Siempre se creyó, desde su formación totalitaria, una especie de redentor. Chivo, sí, por sus chivaterías y chivatadas múltiples.
Las elecciones han sido una derrota del leninismo populista y del socialismo sanchista. El Gobierno de coalición, con sus socios independentistas, soberanistas, autodeterministas y bildutarras, recibió ayer su primera y más pública sanción. Madrid representó ayer a la mayoría de españoles. Muchos socialistas españoles votaron contra un Gabilondo sanchista, que entró como respetable y sale como pelele.
Lamento el fracaso de CIUDADANOS. El castigo de varios y serios errores, especialmente el de Murcia, no debiera hacer inexistente un pequeño partido liberal, pero sin ínfulas de partido mayoritario.
Más Madrid, hasta ahora solo partido madrileño, si quiere expandirse por toda España, haría bien, si quere sobrevivir, en sacudirse todo el óxido podemita e imitar a los Verdes alemanes y no a los trostkistas franceses.
VOX, la extrema derecha habitual en casi todos los países, quedará como un pequeño partido en algunas Comunidades. Mejor que se parezca a su homónimo polaco que al holandés o alemán.
Y a Sánchez, solo acaso Iván Redondo, otro grssn fracassado ayer, podría hacerle virar un tanto, en el poco tempo que le queda.