Además de los viajes del papa Francisco, este verano, a Lisboa y a Mongolia, con una rica cosecha de discursos, visitas y acontecimientos, me interesó mucho el nombramiento del teólogo argentino y arzobispo de la La Plata, Víctor Manuel Fernández, Tucho, de 61 años, como prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe , y presidente de la Pontificia Comisión Bíblica y de la Comisión Teológica Internacional, al concluir el mandato del buen teólogo jesuita español, y discreto prefecto, Luis Francisco Ladaria Ferrer.
Fernández, rector de la Universidad Católica Argentina, teólogo clave en Aparecida, padre sinodal varias veces, autor de una veintena de libros teológicos, y sobre todo teólogo personal de Francisco, tiene, según la carta que le dirigió el mismo papa, la misión y finalidad de custodiar la enseñanza que brota de la fe para dar razón de nuestra esperanza, pero no como enemigos que señalan y condenan. (…) Hay que agregar que se trata de aumentar la inteligencia y la transmisión de la fe al servicio de la evangelización, de modo que su luz sea criterio para comprender el significado de la existencia, sobre todo frente a las preguntas que plantean el progreso de las ciencias y el desarrollo de la sociedad
Por otra parte, tratándose de la vieja Inquisición, como suelen recordar los periodistas, el papa no se anda con chiquitas: El dicasterio que presidirás, en otras épocas, llegó a utilizar métodos inmorales. Fueron tiempos en los que, más que promover el saber teológico, se perseguían posibles errores doctrinales. Lo que espero de ti es sin duda algo muy diferente.
El papa no quiere unos teólogo que se contenten con una teología de escritorio, sino que cultiven una teología que sepa presentar de modo convincente a un Dios que ama, que personas, que salva, que libera , que promueve a las personas y las convoca al servicio fraterno.