Ortega contra Cardenal

Voy siguiendo estupefacto lo que el diario más leido de España va publicando sobre el presidente de la República de Nicaragua, el ex comandante Daniel Ortega. Me llenó de horror lo publicado por su ahijada Zoilamérica Narváez,hija de su mujer Rosario Murillo, manoseada desde los 11 años y violada desde los 15 por su padrino-padre durante 20 años, uno de los casos más brutales de opresión que conozco e incompatible con cualquier cargo público en una sociedad medianamente civilizada. Pues bien, ahora resulta que los jueces, comprados y vendidos, que han declarado prescrito este monstruoso delito resucitan un caso menor para inculpar al poeta Ernesto Cardenal, ex ministro del Gobierno sandinista de Ortega y ahora acérrimo crítico de su actual mandato. No tengo por qué estar de acuerdo con todo lo que dice Cardenal en su prosa exaltada y demasiado retórica sobre todos y cada uno de los puntos que toca, para darle la razón en lo fundamental. Creo que  tenemos que estar con él en este momento y enviarle, de un modo u otro, nuestra gratitud y nuestro apoyo. Y su alta y sonora denuncia al presidente Ortega de traición, corrupción, extorsión, latrocinio y mil cosas más nos obligan a volver de nuevo nuestra mirada a Nicaragua, a la que teníamos un tanto olvidada, y ver y contar las cosas como son, aunque nos duelan tanto y tanto.