Pedro Sánchez se vuelve rojo

 

         Así lo proclamaba ayer, con retintín, uno de los barones autonómicos del PSOE, poco afecto al candidato. Lo ciertro es que el soldado Sánchez, en su presentación en Madrid, en olor de multitud, prometió en el ámbito económico el oro y el moro, y en el político asumió por fin la España plurinacional de sus antiguos adversarios y lema de todos los independentistas y confedralistas, incluidos algunos de sus amigos federalistas catalanes. Poco tiene eso que ver con el cacareado Pacto de Granada. Y es que Pedro Sánchez -que no debe de distinguir entre federalismo y confederalismo- o no sabe o  no recuerda, en su hybris vengativa, que todas las Monarquías (la belga) y Repúblicas Federales se llaman nación (la nación alemana, la suiza, la nortemericana…), y no plurinación; y que ésta no es más que el pretexto para defender el falso derecho a decidir y la independencia, Lo que resulta más pintoresco es que sus asesores más ilustrados, Borrell y Tezanos, que sí lo saben, no se lo hayan dicho.