La presidente del Gobierno de Navarra repite, junto a otras muchas terminales del PSOE, el mantra inventado en la Moncloa de que peligra la Democracia en España, si no se aplaca debidamente -¿qué significará eso?- al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conturbado porque un juez simplemente haya abierto diligencias previas para que se aclaren ciertas actuaciones de su esposa, que, según algunos muy sensatos diarios digitales, no precisamente derechistas, podrían constituir un delito de tráfico de influencias.
¿Qué idea tendrán de democracia los inventores del mantra?
¿Continuará, agravada esta vez, o se llevará hasta el extremo la campaña gubernamental y de todos sus socios, incluidos los separatistas, contra los jueces y contra la prensa no sanchista?