A Piero della Francesca,
autor del bello Políptico:
uno de mis pintores itálicos
preferidos.
Piramidal, hierático,
aparece Cristo,
saliendo triunfante del sarcófago,
de mármol límpido.
El Crucificado,
todavía herido,
tiene un pie sobre la losa:
vencedor definitivo,
en la mano derecha un blanco pendón,
con la cruz roja teñido,
y, a sus pies,
los cuatro guardias dormidos.
Unos árboles desnudos
del invierno ya ido,
frente a otros, primaverales,
de verde renacido.