Como casi todo en el nuevo partido político Podemos, las relaciones con la Iglesia siguen siendo un enigma, a pesar de algunas declaraciones de sus primeros responsables y del programa máximo que publicaron para las eleccciones europeas. El semanario VN dedica un buen reportaje a El credo de Podemos por medio de una serie de diálogos con miembros del Círculo de Espiritualidad Progresista del nuevo partido, donde personas de varios credos e ideologías hablan de Iglesia, laicidad, laicismo, el papa Francisco, religión, igualdad, derechos y deberes… Uno de los impulsores de ese Círculo es el ex monje cisterciense de Santa María de Huerta, José Antonio Vázquez, de 44 años, estudiante de Semíticas y apasionado de la filosofía oriental. Decidido defensor de la espiritualidad dentro de la democracia y de la dimensión pública de la religión, propia del hombre social, no es menos claro y decidido en cuanto al programa de Podemos en relación con la Iglesia:
Nuestra propuesta es derogar todos los acuerdos del Estado con el Vaticano. Apostamos por un estado laico, no queremos que haya una religión con privillegios, pero también pedimos respeto a todas las religiones. La inmatriculaciones de propiedades nos parecen fuera de lugar. Apostamos por una formación en espiritualidad, pero no de modo confesional. Nos parece extraño que el Estado se ponga al servicio de la Iglesia para recaudar el dinero con el que se financia. Oír a un prelado decirles a los políticos lo que tienen que hacer es poco estético. Hay un deseo de que el Estado respete y valore las religiones, pero sin fomentar ningún tipo de religión.
Eso es lo que hay. Si yo tuviera que entrevistar a JA Vázquez, le preguntaría si sabe bien por qué se firmaron los Acuerdos (que no Concordato) con la Santa Sede en 1979. Por qué apuestan por un Estado laico, como el francés -resultado lejano de una política masónico-radical concreta-, único laico en todo Europa, y no el aconfesional propio de los demás Estados europeos. Si le parece bien el Concordato que ese Estado laico tiene con Alsacia y Lorena y si van a proponer lógicamente su supresión. Si ese nuevo Estado laico español podrá seguir manteniendo relaciones diplomáticas con la Santa Sede. Si el ser una religión mayoritaria en un país es ya un privilegio. Si cree, como muchos sus compañeros de partido, que el Estado español actual financia a la Iglesia. Si cree que es políticamente realista tratar en España a la Iglesia Católica como, v. g., a los Bahai. Si está inmatriculado el cenobio de Santa María de Huerta y si cree que ese cenobio es de la Orden cisterciense, de la Iglesia católica, del ayuntamiento al que pertenece, de la comunidad cristiana de ese lugar, de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, del Estado Español, de la Unión Europa o de los ciudadanos del mundo. Si le parece estético que cada día los políticos digan a la Iglesia lo que tiene que hacer. Si, como católico que es y ciudadano libre, tiene algo que denunciar en el trato que dan muchos hombes públicos, políticos entre ellos, a la Iglesia, a la religión y a ciertos hombres religiosos. Si él cree también que la prensa libre puede mofarse, reírse, burlarse de la religión y de la Iglesia, insultarla, injuriarla y calumniarla, en vrtud de lla libertad de expresión, y si eso mismo le parece bien respecto a su partido Podemos, a su Círculo de Espiritualidad y a sí mismo…