Sólo José Antonio Pagola podía escribir un Padrenuestro como el que ha escrito en medio de la pandemia del coronavirus. Una oración fundamental en una ocasión excepcional. Una oración revolucionaria en una situación revolucionada. Un manifiesto radical para una humanidad en tiempo de desarraigo.
Este Padrenuestro está ya en todas partes. No es cosa de reproducirlo aqui. Pero quiero solamente celebrar su redacción y unirme a quienes lo reciten y lo vivan, dirigido al Padre de todos, que no está ligado a templo alguno, a lugar sagrado alguno sobre la tierra, ni a pueblo, ni a raza, ni a ninguna religión.
Pidiendo que sean desterrados los dioses e ídolos que nos deshumanizan: el dinero que nos divide; la violencia que nutre nuestras guerras, y el poder que nos lleva a despreciar a los débiles.
Deseando que venga su reino de justicia, de igualdd y de paz. Que así podremos enfrentarnos juntos a los problemas de este planeta y vencer las pandemias que puedan afligirnos. Y que no reinen los ricos sobre los pobres, ni los pueblos poderosos sobre los débiles, o los varones sobre las mujeres. Que venga su Reino y reine en la Tierra la fraternidad…