Puentes romanos y calzadas romanas

 

         Tantas veces como hablé en mis reccorridos por Navarra de los puentes romanos, o, al menos, de sus romanos fundamentos, va y leo ahora en uno de los principales libros de Javier Armendáriz Martija, uno de nuestros arqueólogos más activos y punteros, que de eso… nada. Este, después de estudiar los trabajos del ingeniero Manuel Durán Fuentes, experto en puentes romanos, puede afirmar sin titubeos que actualmente no se conserva ningun puente de este época en Navarra, ni siquiera vestigios, si excluimos el acueducto Alcanadre-Lodosa.

Y, tras haber recorrido yo también la que entonces nos parecía calzada romana desde Cirauqui a Guirguillano, y varios trazos más, hacia el norte, y haber escrito dos páginas de periódico sobre ella, el mismo Armendáriz, en el mismo lugar, y tras haberse dejado convencer por los estudios del ingeniero Isaac Moreno Gallo, máximo experto en  caminería histórica, ha podido escribir que la búsqueda de información documental ha echado por tierra la autoría romana de algunas calzadas empredradas de uña, como la que unía Cirauqui con el Alto de Guirguillano, que data de comienzos del siglo XIX y tradicionalmente se ha solido poner como ejemplo de libro de calzada y puente romanos…

Qué le vamos a hacer. Mejor así. Suerte… poder conocer la verdad -la realidad- de ciertas ficciones.