¿Aquéllos que nos odian o, más bien, aquéllos a quienes odiamos?
Tony de Mello nos lo resume en uno de sus cuentos cortos.
Érase una vez un ex prisionero en un campo de concentración nazi, que fue a visitar a un viejo compañero que había compartido los mismos horrores. Hablando, hablando, le preguntó:
-¿Has olvidado ya a los nazis ? – Sí, le contestó. -Pues, yo no. Aún sigo odiándolos con toda mi alma.
Y su amigo le dijo prudentemente:
-Entonces, aún siguen teniendote prisionero.