Si Cristo fue perfecto Dios y Hombre,
no puede haber mucho que nos asombre.
De la naturaleza de los dos,
sabemos qué es ser hombre, mas no Dios.
No sería aquel Hombre tan perfecto,
sin la muerte a todos los efectos.
Un Dios que sufre y muere perseguido
a muchos les parece un sinsentido.
Mas si Dios es amor por excelencia,
el amor sobrepasa toda ciencia.
Jesús yerto debajo de una losa:
el silencio es más claro que la prosa.
Jesús nos enseñó la gran verdad:
el amor revelado es humildad.