Salve del siglo XXI

 

     Dios te salve, Reina y Madre de misericordia. Vida y dulzura, esperanza nuestra, Dios te salve. A tí llamamos los terrenales hijos de Eva. A tí nos acogemos, riendo y cantando en este Valle de felicidad, que es nuestra vida, o gimiendo y llorando cuando se convierte en una Valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, Abogada y Madre nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. Oh,  clemente, oh, piadosa, oh, dulce Virgen María.