Más que criticar y condenar la reforma del Código Penal, que el Gobierno Frankenstrein intenta llevar a cabo con sus socios de investidura, a fin de rebajar el delito de sedición, lo que todos los ciudadanos de la España constitucional debiéramos pedirle a este Gobieno y a estos partidos es que, aprovechando la sin igual circunstancia política, supriman por completo el Código Penal actual y redacten uno nuevo, a petición de boca de todos ellos, y tengamos así el Código que todos los independentistas y confederalistas soberanistas desean para conseguir sus últimos objetivos políticos.
Así conoceríamos de primera mano las intenciones de todos ellos; acabaríamos de una vez por todas con el Régimen de 1978; tendriamos paz entre las diferentes naciones ibéricas. Y aqui paz, y después gloria.