Siempre que se trata de sumar, en cualquier operación política, económica o cultural. se quiera o no se quiera, se resta.
La actriz catalana, Carme Elia, que sufre conscientemente alzheimer, distingue entre resignación y aceptación. La primera le suena a pasividad, y dice que es algo cristiano. No. La llamada, demasiadas veces, resignación cristiana, no tiene por qué ser pasiva, y, en su mejor hipótesis, debiera ser aceptación activa y generosa.
¿Y si buscáramos la paridad más en la calidad y en las calidades?