No se puede poner impuestos a los que no tienen imponibles.
Si en inglés llueven cats and dogs (gatos y perros}, en español no nos quedamos atrás. No solo llueve a cántaros, sino hasta capuchinos de punta.
Lo malo de las canas al aire es que caen a tierra muy pronto.
Hemos llegado a un punto en que los agnósticos suelen presumir de agnosticismo y hasta de ateísmo, mientras los creyentes no se atreven a confesar su fe. No se qué sea peor.