– Llega un punto en que la vanidad deviene en ridículo. Todo vanidoso sensato lo abomina y hace lo posible por evitarlo. Por mera vanidad.
– Otro excelente, tal vez insuperable, título de una frutería de Paplona: Frutería para disfrutar.
– Esperar todo de Dios [lo que de Él puede esperarse], sí, porque a su tiempo nos lo puede dar. Y no esperar demasiado de nadie más: la vida nos dará entonces muchas sorpresas y alegrías.