Resulta que la nube informática sólo es una metáfora etérea de los datos suspendidos Dios sabe dónde… Pero ubicados, por cierto, en gigantescas instalaciones, distribuidas por todo el planeta, y hasta debajo del mar.
En el mundo de hoy los pobres están más gordos y los ricos más delgados.
Hasta el reciente libro del filósofo español Javier Gomá, se han escrito en Europa muchos libros sobre toda clase de indignados y sobre toda clase de indignación. Pero ninguno sobre la dignidad, esencia de la persona.