Ni quiero ni puedo hablar de la trifulca en que se han metido UPN y PP con motivo de los presupuestos de Navarra y los generales de toda España, presentados en los dos Parlamentos. Me faltan fuentes de información y no estoy ahora en ese mundillo. Me recuerda mucho otros tristes momentos de los muchos que hemos sufrido en Navarra y en el resto de España por la torpeza, la insolencia, la insolercia y hasta el cainismo de unos y otros. Es, además, muy difícil de entender, entre la cotorrería de casi todos, la falta de lógica y de ética, habitual en estos casos. Cito sólo lo que leo en el resumen de noticias de DN digital de esta tarde, y con esto me basta por hoy: Sanz niega presiones de los socialistas navarros para condicionar el voto de UPN a los PGE. Y a renglón seguido: El PSN augura «dificultades de entendimiento» con UPN, si no tiene la «valentía» de anteponer los intereses de Navarra en los PGE. Y, por si algo faltaba: Blanco exige a UPN que se comprometa con los PGE a cambio de estabilidad en Navarra.