Fernando Vidal, director de la cátedra `Amoris Laetitiae´y director del Instituto Universitario de la Familia, escribe en VN unas palabras esenciales sobre la resurrección de la naturaleza, la resurrección de Jesús y la resurrección del mundo:
El mundo no es una carga ni una penalidad, porque tampoco lo fue para Jesús, quien rió, cantó, bailó, leyó, gozó, paseó, se asombró, se conmovió y amó con plenitud. No resucitó desde fuera de la vida, sino desde lo más profundo de ella. No resucitamos en el más allá, sino en el más acá.
El cosmos es una historia de amor, un lugar donde encontrarnos si se quiere. Dios no impone su eternidad ni su presencia. La última estructura del cosmos es el amor, en donde culmina todo. El amor es la única teoría del todo. La Resurrección siempre es más profunda que el dolor, calquier mal o la destrucción. La Resurrección es el acontecimiento más profundo que jamás sucedió ni sucederá desde el origen del cosmos y hasta que culminen los tiempos.