En una larga conversación con mi amigo Jesús Mauleón en su cuarto de la Residencia del Seminario, donde lleva gallardamente su grave enfermedad, nos sale, entre otros muchos recuerdos, su novela El senador Villanueva, PPC, Madrid, 2000, 238 pp.
En la contraportada del libro leemos que la sustancia de la obra de ficción es la eterna cuestión de si es posible el ejercicio del poder sin mancharse las manos. Y al final del texto-resumen se nos dice que la novela alcanza a tocar, en no pocas ocasiones, el fondo mismo del ser humano.
Sin duda. Le digo a Jesús que me parece extraño que ningún crítico literario, ni crítico social o político se haya interesado por este texto madrugador, -y, que yo sepa, único-, que lleva a la literatura de ficción, pero siempre con fundamento en la realidad, un grave acontecimiento en la breve historia del socialismo navarro, situado en los años noventa, que conmocionó la vida política navarra y, parcialmente, la nacional.
Soy el menos indicado para ir mucho más lejos. Pero, al menos, voy a intentar, levantando la liebre en algún medio público, que otros con mayor libertad y distanciamiento de aquellos hechos que yo y que otros que los vivimos de cerca, se animen a ponderar la intrepidez inmediata del novelista, su certero conocimiento del fondo de la cuestión, y un tratamiento justo y a la vez humorado de la pequeña historia.
Hoy, 5 de junio, aniversario de la fundación del PSN-PSOE, en 1982.