Ahora que en la triste campaña llamada europea que nos toca sufrir, nadie hace otra cosa que atacar al contendiente o defender intereses particulares, pasa por mis manos el libro-memoria del prestigioso repúblico español Gumersindo de Azcárate, Minuta de un testamento (1876), que es uno de los libros más importantes que se han escrito sobre la historia de la crisis religiosa en España, en el siglo XIX. El testador de la ficción, cristiano que ha dejado de ser católico, lega 80.000 reales para las misiones católicas y anglicanas. em las que sus misioneros se esfuerzan por arrancar a pueblos incultos o salvajes de los brazos de la ignorancia y traerlos al seno de la civilización moderna. Y anota a pie de página W (el mismo Azcárate) que, si esta civilización no la constituye sólo el cristianismo, es, sin embargo, elemento ensencialísimo y principal. Y si es cierto que muchos [y él piensa en muchos católicos de su tiempo] desconocen el valor y la fuerza de los nuevos principios filosóficos, jurídicos, políticos y económicos, otros muchos desconocen asimismo el valor, no menos evidente, de los principios tradicionales, singularmente los valores religiosos y morales que constituyen en gran parte el fondo de la conciencia social.- Hoy sigue ocurriendo lo mismo.