«Volem votar»

 

Apenas si la imagen ha trascendido, que yo sepa. Cuando vi a la decena de monjes de Montserrat en la explanada del monasterio, no lejos de la puerta de la basílica, con un letrero en la mano, que decía Volem votar, recordé algunas estampas de la prensa anticlerical catalana, y española en general. El periodista catalán Enric Juliana escribía hace unas fechas que de los cuatro vectores o fuerzas que sostenían la Cataluña de nuestro tiempo -Pujol y Convergencia, el PSUC, el PSC y Montserrat-, sólo Montserrat se mantenía incólume, aunque con unos monjes más envejecidos. El hecho de que la prensa de nuestro país, tanto de izquierda como de derecha, tan anticlerical, no haya mordido en ese hecho tan pintoresco, indica el respeto que se tiene todavía hacia ese primer vector catalán y catalanista. Yo, que no recuerdo a ningún monje de Montserrat manifestarse en favor de la honradez y de la decencia, frente a los grandes escandalos de corrupción y  de indecencia pública ocurridos en Cataluña, me pregunto si no hubiera sido más monacal, más litúrgico, más benedictino y, sobre todo, más justo, más humano y más cristiano que esa decena de monjes hubieran exhibido un letrero diciendo, por ejemplo: Volem continuar a conviure amb els nostres amics espanyols. Tal vez los hubieran imitado los obispos que pastorean en Cataluña. Porque, la verdad, es que somos muchos los amigos españoles de Montserratt, entre los que me encuentro: los benedictinos y benedictinas de toda España, los que los recibieron en Navarra, en plena guerra civil, cuando  habían matado a media comunidad como conejos en Barcelona y en los montes cercanos a la abadía; los parientes y conocidos de algunos monjes nacidos en otras partes de España; los miles y miles de españoles que hemos visitado el monasterio; los que hemos vivido allí; los que hemos admirado su santidad y su sabiduría, sus libros, su arte, su música, su liturgia; los que hemos colaborado con ellos; los que hedmos cooperado, de muchas maneras, a su mantenimiento y esplendor. ¿Sólo quieren esos monjes manifestantes votar la independencia de Cataluña? ¿Es el único objetivo que les ha hecho bajar, por vez primera, a la explanada? ¿Y no quieren seguir conviviendo con nosotros?